domingo, 15 de diciembre de 2013

De todo lo roto
podemos hacer canciones,
poemas.
A veces solo podemos barrer hacia dentro
los escombros del desastre,
sentirnos mudos en una ciudad tan llena de tanto
que a veces da miedo volver a casa
solos.

De todo lo roto
podemos hacer hasta mundos,
poemas.
A veces solo podemos internarnos en clichés
idiomáticos
o hacerle perder el sentido a las palabras
-que tiemblen, que ladren.

A mi chupa de cota de malla contra la desidia.

De todo lo roto
podemos hacer idiomas,
ausencias incómodas de esas que duelen,
menos idas y más venidas,
postales de una ciudad que jamás se deshizo
en manos.

Dijo Ada Salas que tú rozaste
mi herida
hasta la aurora.

Escribo para vaciarme de ti,
escribo para llenarme de ti.
Ya no sé ni por qué escribo.
Pero escribo.
Igual que sangro.



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