domingo, 27 de enero de 2013

Cuánto araña la tristeza.

Hoy, 28 de enero, es un día muy especial para mí. 400 kilómetros me separan de todo lo que más quiero en este mundo.

Tú, tan relativa y tan perfecta, haces que la poesía tiemble. Porque sabes que todo seísmo comienza con tu hoyuelo y termina con tu risa. ¡Feliz cumpleaños mamá! Porque aunque la distancia hoy me impida estar allí, lo de quererte sigue siendo una de mis verdades universales. Echarte de menos es la constante que me conduce a la hipotenusa de tu ausencia.
Porque no podemos volver a reencontrarnos si yo nunca me he marchado. O nunca me has dejado marchar. A veces, aunque sea una escéptica, te miro a los ojos y se me cae el relativismo a los pies.
Porque contigo las palabras se me rompen en la boca y la boca se me rompe con palabras. Porque contigo es quererme dos veces y quererte a ti es la máxima potencia.

viernes, 25 de enero de 2013

Porque no podemos volver a reencontrarnos si yo nunca me he marchado. O nunca me has dejado marchar.

Tengo el pelo húmedo
las costillas rotas
las uñas malpintadas
cinco libros que nunca leeré.
Bebo mi vida en vaso, 
de tubo, muy ácido.
Siempre tan ascética,
tan escéptica,
sin tenerte, sin tenerme.

viernes, 18 de enero de 2013

Porque contigo las palabras se me rompen en la boca
y la boca se me rompe con palabras.



jueves, 17 de enero de 2013

Hoy me partiría
la boca
porque tú me la cosieras
a versos.

Será que,
como dijo Pablo,
de repente me viene
toda la tristeza de golpe.



miércoles, 16 de enero de 2013

Desnudando conceptos

La crítica de tus ojos.
El derrumbe de mis mitos.
El porcentaje de veces que me ignoraste (suma y sigue)
Las camas que deshicimos.
La envidia que provocamos al equilibrio.
La crítica de tus ojos.
Deshaciendo en otoños
que me rompen la boca
con más nostalgia,
planteándome plantarte,
germinarte,
gemirte,
quererte
y deshacerme.
Entre la dialéctica y la dinámica,
sabiendo, sin saber,
que pago muy alto
el interés de tu interés.
Las cuotas de tus labios.
Las preferentes de tu corazón.
El préstame de tu lengua,
recorriendo la areola
de mi pecho
con esa humedad que
harían germinar a quien
tú quisieses.
La llaga infectada.
La piedra que me gusta poner en el camino.
La cicatriz que, cariño, nunca fue cicatriz.
La conjuntivitis de mis ojos.
La crítica de tus ojos.

Olvidaría todo lo que eres para que solo fueras conmigo. Olvidaría los incendios de tus miedos, la poca tenacidad de tus dudas, me abriría en canal si esto significase morir en tu costado.

Porque yo lo sé,
al este de tu costado
llueve
pero
amanece.

Hoy
podía ser uno de esos días
perfectamente
en donde me desnudases
las ideas
y los conceptos.

jueves, 3 de enero de 2013

.

Sé que esta noche
la anarquía y el éxtasis
se esconden entre tus dedos.
Créeme, juntos carburamos
mucho mejor.
Aquí, en la clavícula
donde comenzaste
a despedazarme,
a resolver el crucigrama,
a deshilacharme,
a destrozarme,
justo aquí,
en la clavícula izquierda,
puedes comenzar
a desgastarme
toda la anatomía.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, te doy permiso.

Hoy especialmente te estoy echando de menos por encima de mis posibilidades.