martes, 29 de noviembre de 2016

Yo sé que piensa en mí sin darse cuenta.
Porque es improbable desligarse de quien te ha escrito
tanto.
También sé que la vida no puede ser pensada.
Alguien dijo: no se escribe para remover conciencia,
sino para generar espacios compartidos.
Esta carta.
Este poema.

Yo sé que piensa en mí sin darse cuenta.



sábado, 5 de noviembre de 2016

Los sábados tienen algo de derrota.
Una se lanza a los intersticios de la vida
al azar, sin sopesar la consecuencia directa.
Hay poemas -yo no sé, Vallejo- que nacen solos,
abocados a tristes finales y tristes destinos.

Los sábados tienen algo de deriva.
Mi equipo muere en Anoeta, una bucea entre reliquias
y encuentra realidades pasadas que bombean y flotan.
A veces puedes entender la delgada línea entre la realidad y deseo.
Un desconocido me escribe:
ahora me hace gracia pero en aquel momento te hubiese estrangulado.



"Yo no podré quejarme 
si no encontré lo que buscaba
pero me iré al primer paisaje de humedades y latidos 
para entender que lo que busco tendrá su blanco de alegría
cuando yo vuele mezclado con el amor y las arenas". 

(Federico García Lorca)