lunes, 31 de diciembre de 2012

Fricción es lo que yo quiero

Me gustaría hablar contigo -ya sabes- de todo lo que hablan las personas con coherencia y sentido... qué haces con tu rutina, qué o quién te quita el sueño, qué o quién te da sentido, de heridas abiertas, de cicatrices pasadas, de si existe un Dios o si toda la religión verdadera se encuentra en el fondo de un vaso, de poesía - ya sabes cómo me gusta desnudarme con estos temas-, de lo moral y de lo que no, incluso de la amoralidad, de la decandencia -que esto en España, cariño, nos gusta mucho-, de glorias pasadas, de viejos fantasmas, de puntos de sutura que debieron ser finales, de ajusticiamientos, de la vecina de en frente, de lo que guapa que estoy con este vestido pero lo poco que te gusta con esta chaqueta, del cine -dónde tú siempre has marcado las pautas-, de si Eastwood es un Dios cinematográfico o un profeta, de si todo es relativo o nos levantamos la falda ante lo universal, de la tiranicidad de tu carácter y el potencial del mío, de por qué nos han dado las seis hablando, de si tengo tan poca visión poética que me cuesta comprender tus poemas -pero que me fascinan y que acabaría tirándomelos en cualquier baño de cualquier bar con el fin de que me versaran el sexo-, de celos -tema al que algún día le escribiré mi testamento-, del celo, de tus expectativas frente a mi miseria...

...pero lo bonito es que todo me parezca poco al hablar contigo.

Pero no te preocupes, cariño, ya sabes que yo no me conformo.




domingo, 30 de diciembre de 2012

Autocrítica

Yo, que soy
perita en lunas,
apellidada por
mi querido Miguel,
de veraces sentimientos.

Yo, que
lo único
que
busco
y pretendo
es un boxeo
verbal
constante.

Yo, a la
que le fascina
que le hablen
con una
retórica confusa
para poder descifrarla
durante
los ya rutinarios
desvelos.

Yo, que
amo
por encima
de cualquier
dialéctica
volcánica
la sintaxis
de bocas
siempre ajenas.

Yo, a la
que se le caen
las bragas
si rezan
a Camus
y no a
falsos mitos
ni religiones.

Yo, que
soy experta
en la aversión
y en conjunciones
adversativas
y en pronombres fiscales
que demandan siempre
un

c
o
n
m
i
g
o

pero
siempre
censurado
y vigilado
por una
irrelevante y
terrible justicia
del

c
o
n
t
i
g
o
.
.
.




sábado, 29 de diciembre de 2012

Seísmos

Perdónalos Joaquín, porque no saben lo que hacen.

Sin deber hemos debido 
endeudarnos como es debido
sin endeudarnos todavía


Porque en este mundo de injusticia
ya no sé si poética o sin apellidos,
todos tiemblan
pero es que tú tienes un jodido don
para temblar mejor.
Porque mientras inicies la conversación 
con una estúpida excusa,
mientras tanto,
aún quedará pólvora
Te recuerdo
que tienes
mucha práctica
de pirotecnia
en mi piel.

Nuestro
don
para
explosionar
la 
pólvora.

martes, 25 de diciembre de 2012

Porque abril te hace justicia en lo poético. Pero.

Porque adaptar
las curvaturas
de tus pies
al mundo
no es un
seguro
ni un alquiler
para
conquistarlo.

Porque adaptar
tu boca
a mis curvas
a mis caderas
y llover
denigrarnos
como animales
feraces
y
veraces
que buscan
solo
intoxicarse
excederse
extasiarse
o algo similar
que contenga
mucha x
para censurarnos
pero
ya no comprendo
el motivo
por el que
querías adoptarme
los instintos.
Pero.

Porque
abril
te hace
justicia
en lo poético
pero con
menos lluvia
menos fuegos
artificiales y
menos sexo.

Porque mi lado
de la cama
siempre será el
derecho
pese a que
la poesía
se vista de
vaqueros.

Porque en
cada peta
las musas
me recuerdan
que diciembre acaba
pero que
tú subyaces
en cada puta
esquina
con tus putas
con tus peros
con mis preguntas.

Y me dejas
tan sucia
que quién se
atreve a limpiarme
el alma de tanto
semen
silábico
de tanto semen
poético
de tanto semen
que se interlinea
y busca
justificarme
a la izquierda.

Y a ti
dime
que te ha
hecho abril
para que
nos odie
tanto
este puto
mes
que llueve
y sangra
pero nos
besa los
labios,
que nos
abre las
piernas
pero
nos sacude
la vida.








domingo, 23 de diciembre de 2012

Pero Joaquín, a mí él me debe más que un desgastado mes de abril. Más que avenidas heladas donde los maullidos de los gatos jadeaban al murmullo de nuestro celo. Más que conversaciones profundas hasta las siete de la mañana. Que gemidos a deshoras, y palabras que nunca dijimos a deshora.

Pero Joaquín, a mí él me debe más que la canción que nunca me escribió, y más que un tirano, menos que un canalla, lo quiero por poeta.
No quiero a nadie que me supla los vacíos con su pasado ni la fuerza motriz de follar a puerta cerrada de otro sexo.

Lo que quiero -eso que se saldó la deuda que contraje con tu piel- es lo que tú no sabes ni lo que quieres.

martes, 18 de diciembre de 2012

Descendí hasta tu infierno
pero aquí me tienes,
sobrevivo.
He llorado a las injusticias,
a Palestina, Argentina y Nicaragua.
Me bebí de un trago la desesperanza,
y aún me cabe un chupito de
tu ausencia.
He escrito poemas a hombres sin rostro,
a caras inconclusas que solo
buscaban follar en
los hoteles de Buenos Aires
donde tú y yo nunca hemos estado
pero donde hemos desgastado las almohadas
las sábanas,
la piel.
He mirado cientos de cielos
con cientos de ojos
azules
marrones
negros
verdes
pero ningunos tan profundos
como los tuyos,
con esa insensata manía
de desnudarme con
tu pupila.


Tus cicatrices son los diques de mi rabia.
Tus cejas son el mayor paraíso fiscal.
Tu ombligo es el epicentro de mi locura,
tu lengua un tsunami en mi sequía.
Tus piernas la mayor enredadera por la que trepar,
tus uñas son balas que atraviesan mi piel,
tus dientes son emisarios de Satán.

Tu boca es la respuesta a todo.

He hecho millones de cosas,
atreverme,
desinhibirme
drogarme
llorar
quererte mal
odiarte bien
pero nunca
he conseguido
acallar estos tumultos
del corazón.

Nunca te he odiado,
te tolero
pero es que en noches
como estas
recuerdo la triste historia
de tu cuerpo
sobre mi cuerpo.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Hubo una vez que
me prometiste
escribir
borrachos
locos
metódicos
divergentes
pragmáticos
comprometidos
dictatoriales
irreflexivos
instintivos
que la acepción de precavido
no entraba en tu diccionario
y que solo pagabas
los aranceles
de mi cuerpo
con la ciencia
de tus
manos.

Pero ahora
estamos
en
bancarrota
y no existen
ni poemas
ni poetas
ni petas
ni ciencia
ni aduanas
ni contraseñas.





viernes, 14 de diciembre de 2012

Desliza dos dedos por mi vientre, baja, taquicardia, rebaja la intensidad, praxis...

Desarmarme es tu oficio.

domingo, 9 de diciembre de 2012

separación de vértices

en el estallido de la mímesis no encontré puntos intermedios,
pero es que la realidad tiene demasiada publicidad

en una actualización de adobe reader 
encontré al amor de mi vida
porque rojos que no ven,
antisistemas que se mueren.

Descóseme los pespuntes de las dudas,
de las cavilaciones, de las vacilaciones
sepárame los vértices,
cuádrame las cuentas
reorganiza nuestra rabia.

Sin embargo,
estoy
en el puto
desahucio, por embargo.

Se busca estabilidad
emocional
y manos muy calientes.

hazme gramática
en tus labios
que yo te haré
desorden sintáctico

ficción es levantarme a tientas
aunque sea cuerda
y olvidarte.



viernes, 7 de diciembre de 2012

.

En esta vida solo hay dos cosas imperdonables: una es la cerveza caliente, la otra es el vicio sin sexo.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Al menos nos queda esta guerra incivil, esta holgada desidia, este sucedáneo de soportarnos que tiene fecha de caducidad, estos meses de abril, porque siempre es abril en tu tejado. Y los gatos que yo no tengo maúllan a los gatos que tú tuviste, y las farolas que alumbraban a tus putas me dejaron a tientas en nuestra calle.
Al menos me queda la (des)esperanza de que las cartas que nunca me enviaste fueron el borrador de las canciones que nunca me escribiste, de que si echo de menos era el sexo y tu seso engranando con mi vicio y mi desaliento. No me censures, no busques en esta declaración de intenciones ninguna intención de tentarte.

Cariño, me está follando el desastre y estoy a punto de encontrar el éxtasis en sus dedos. O a la anarquía. De vértice a vértice.
Pero hoy Camus vino a suicidarte.
Recuerda
que
si
existes
es
porque
yo
te
mantengo.
Pero Camus, Sartre y toda tu mierda de existencialismo hoy han venido a suicidarte.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Está sonando Extremoduro, mi habitación está caliente, tengo la mente dinámica, cuatro libros de poesía y mucha vida/rima por delante.

Y es que yo no sé hacer versos,
ni destruir barricadas del corazón,
pero quizás, y no sé con qué pretexto,
me atreva a nombrar al fracaso
como el noble arte
de la masturbación.

Tus ideales son tan corrosivos como tóxicos.
Diciembre empieza pero tú nunca terminas. 

miércoles, 28 de noviembre de 2012

"Find what you love and let it kill you."

Tu espalda es una nación para mis manos y, aunque soy alérgica al polen, tengo el patriotismo a flor de piel. Tus pecas son el quinto pecado en mi catecismo particular y aunque este "No matarás" es constante, prometo seguir muriéndome por ti en todos los cielos posibles. Ni Biblia, ni Nietzsche, hoy la que muere es la hipotenusa de tu ausencia.
Si quieres le digo a Sabina que nos haga partícipes de alguna canción tan suya, tan nuestra, tan mía. Sin embargo, de sobra tú sabes que eres el primero, y ni champagne, ni hotel, ni somos dos gatos en los tejados, ni estudiantes en celo. 

Atrévete a indultar la conciencia que te busca cada noche. Y aunque la ley del más fuerte no es un referente para el corazón, refuérzame, ódiame, acaricia mi rabia, conmuta mis penas por ginebra, gime en mi oreja, provócame un orgasmo en el alma. 

Y haz filosofía con mi lengua. Esta noche fingiré que no te (re)conozco, que sé que no eres un falso Platón buscando sombras en mi cabeza. 





domingo, 18 de noviembre de 2012

A tientas

Esta no es la embajada del reproche, pero si te escribo a tientas, como te gustaba, como nos gustaba.
Sin embargo, esta noche no te corresponde, esta noche no te escribo a ti, le escribo a la experiencia colectiva de todos los amores, a los argumentos a golpe de fatiga, a golpe de renuncias personales.
Esta noche las verdades se cosen a base de hilada de filosofía y sabe mejor un porro que cualquier lastre fatalista que implique desnudarme o escribirte.
Indúltame, cámbiame el clima, estamos en otoño y todavía sigo lloviendo. Por una vez me atreví a tutearme con esa parte que te desconozco y a tolerarte, aunque no te tolero, pero me gustan las reacciones en mi cuerpo.

Por una vez no cierro los bares y crezco sin mutilarme, y si mi acuerdo de ti ... es... porque... seguimos a tientas.

jueves, 1 de noviembre de 2012

CLICK, TIC. TAC.

Click. Tic. Tac.

Estamos rodeados de limosnas del "quédirán", de extorsión de vicios mundanos, de cobradores de virtudes, de progres de guantera y cartera, de tradicionalistas de viejos catecismos. Hablamos de síndromes, de Stendhal, de Diógenes, de Edipo, como si viniesen con asiduidad a casa a bajarnos el ego - y las bragas-. Hablamos de poesía, cómo si realmente supiésemos qué coño es la poesía- ¿y qué no es sino hablar de ti?- hablamos de cine, ay, cómo si realmente supiésemos que significa el verdadero cine.
Hablamos aludiendo a nuestro ingenio, traficando con la química y con el cerebro. Hablamos de verdades universales, de relativismo moral y de cinismo. Hablamos del olvido - ¿se puede olvidar a alguien en 19 días y 500 noches? - del cambio de prioridades, del sinsentido.
Hablamos de mendigos de tristeza, de políticos de verdades, de repúblicas, utopías. Hablamos de lágrimas vomitadas, de versos que escribimos sin sentir, de poetas críticos, de críticas a poetas, de Cortázar, de Camus y somos tan severos, tan arduos, tan alcoholizados con la realidad, tan número rojos emocionales que...

CLICK. TIC. TAC.

(somos simples onomatopeyas en un mundo tan distante) 



¡bang!

sábado, 27 de octubre de 2012

Carnets

"Lo que la emocionaba era la manera de asirse a su ropa, su manera de seguirla, apretándole el brazo; ese abandono y esa confianza que conmovían al hombre que había en él. También su silencio, que la concentraba en su ademán del momento, completando, con la gravedad que ponía en sus besos, su semejanza con los gatos."

(ALBERT CAMUS) 

martes, 16 de octubre de 2012

Ahora que

Envíame a dónde se envía el olvido.

Quizás estas reflexiones deberían hacerse por la noche, cuando las musas se ponen muy putas, y el café, tan símil de las musas, se pone tan cachondo que abrasa la garganta. 

Que a mí los estereotipos no me gustan. Ni me envenenan, ni me tientan, ni me calientan.

¿Ves? Esta declaración - pero ni de amor, ni de intenciones- es lo último que voy a escribirte. Estas palabras sucias y egoístas que espero que resbalen por tus ojos de forma pesada, que clarifiquen el por qué y el cómo de nuestra rendición. Aquí no hay tregua, pero tampoco hay guerra. Seamos tierra de nadie, tierra de un todo sin conquistar. No vuelvas a mandar tus tropas ecologistas a mi vida contaminada porque las trincheras del morbo hace mucho que guardan napalm y tú y yo, y yo y tú, creemos que es lo mejor.

Que a mí los bucles del olvido no me tientan, y rediles de instintos en donde me sobran precipicios me faltan.  

sábado, 13 de octubre de 2012

...

...


Y, aunque tú me desestabilices, aquí sigo, sin embargo, con todas mis dudas pero con mis pocas muy sólidas verdades.

viernes, 21 de septiembre de 2012

.

Soy de ésas que puedes encontrarla anclada en la barra de cualquier bar, en el muelle de la desesperación , gritando que le pongan una cerveza más, que quiere olvidar el movimiento rotatorio de la Tierra bajo sus tacones, bajo la planta de sus pies. Con las uñas mal pintadas, con la cabeza llena de fuegos artificiales de utopías de cambiar el rumbo del mundo. Joder, soy tan tópica y tan utópica que incluso las sábanas de mi cama están forradas de palabras de Rayuela. Y tan húmeda, que incluso Julio agarró las maletas del olvido y me abandonó.
También tengo cicatrices, he sido tan vulnerable que me duele hasta reconocerlo. Nada que no pueda arreglar un tequila con limón y sal. 
He sido tan indómita, tan instintiva, tan precaria, que muchas veces he perdido, he dinamitado hasta mi conciencia social bajo el calentamiento global de tus feromonas. He dilapidado la fe de tu cuerpo, los Mesías de tus hormonas, la salvación de tu sexo. 

Porque ahora sé que la verdadera religión se encuentra bajo mis caderas de mujer.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Perfil de un fugitivo

SE BUSCA


Vivo o en el olvido


Él es tan irrefrenable, tan divergente, tan convergente, tan escéptico, tan arduo, tan tópico, tan típico, tan universal, tan relativo, tan ateo, tan divino, tan concreto, tan abstracto, tan inquieto, tan inconformista, tan teórico, tan poco pragmático, tan huidizo, tan impulsivo, tan refrenado, tan sincero, tan canalla, tan cobarde, tan poeta, tan obrero, tan carnal, tan pasional, tan ácido, tan contradictorio, tan clasista, tan trágico, tan maleable, tan tenaz, tan emocional, tan cauto, tan frío, tan distante, tan amargo, tan fatal, tan mi camarada, tan preso de sí, tan cómico, tan irrisorio, tan suspicaz, tan imprevisible, tan descarriado emocionalmente, tan distinto políticamente, tan idealizado, tan crítico, tan profundo, tan mediocre, tan reflexivo, tan metódico, tan egoísta, tan cínico, tan empático, tan patético, tan concepto, tan violento, tan intenso, tan peor, tan sensual, tan sexual, tan mi analgésico, tan vicioso, tan follable, tan olvidable, tan posesivo, tan depresivo, tan culpable, tan cuesta de enero, tan verdugo, tan informal, tan utópico, tan ajeno de mí, tan "joder", tan morboso, tan fugitivo, tan suyo y tan poco de mí...

... que hace que, aún incluso, desde las alturas de mis tacones,  sometida a la fuerza gravitatoria de viejos catecismos, me tiemblen las piernas.

martes, 18 de septiembre de 2012

Otoño en el pelo.

Son días de septiembre. Esos días en que la fibra química se convierte en la cerveza, en los libros que en junio me devoraban con sus prólogos y donde mis limitaciones de literatura me condicionaban a abandonarlos o a hacerles el amor durante tres meses. O a follármelos, todavía no sé distinguir lo uno de lo otro. El refreno frente al instinto, supongo.
Son días de calentamiento global en las piernas. De tal vez narcóticas despedidas, de tal vez encuentros o desencuentros entre dos gatos inconformistas que una vez limitaron sus ganas al celo del momento. De los momentos.

Tal vez sea demasiado caótica, ardua, sarcástica, pero te aseguro que me follo muy bien a la soledad. Todas las noches me saluda en vigilia desde el balcón de sus ojos de gata. Sé que a veces la muy puta se mete en tu cama y te gime al oído, después de haber rebuscado entre mi cuerpo algún vestigio de decencia. Supongo que es otra forma de estar juntos. Siempre tan caóticos y tan relativos.




Probablemente suene a tan tópico típico que soy tan ácida y tan convergente que desistas de mí. Ya lo hiciste una vez.
Pero, ¿qué quieres? Te lo repito: son días de septiembre. De química en el bolsillo y no en la entrepierna. De que tengo tan pocas verdades universales que no comprendo el movimiento de rotación de la Tierra ni el sístole ni la diástole del miocardio.
¿Y por qué no fui la musa puta de Bukowski? ¿Qué no le gustaba de mí? ¿Ser tan trágica, tan amarga, con tan poca tenacidad emocional, una jodida psicótica más, tan whisky con soda? Dime, joder, ¿qué no te gustaba de mí? ¿que me cortase la tristeza y me desangrase? ¿que fuese tan sensible que con que solo caminases era un seísmo de deudas?

Un concepto abstracto más. Sin escapatoria. Bajo fianza. Nunca me revelé del todo para ti, supongo que por eso mantengo la intensidad, lo desconocido tanto asusta como atrae.

Lo sé, no escribo ni tan correcto ni tan ordenado como te gustaría, ni soy una erupción dormida, tu erección del domingo, pero soy una escéptica más, una don nadie, una doña de todos. Ni tan genial, ni tan previsible que te asusto. Ni tan cobarde ni tan valiente. Ni tan de ti, ni tan de mi.
¿Quieres saber que fue lo que me gustó de ti? Lo canalla que fuiste con mi lengua. Lo poeta que fuiste con mis taquicardias. Lo angosto que somos. Somos. Seremos.

Ni tan de septiembre. Ni tan de agosto.


Pero tan incombustible, con esa fibra de alma descosida, con ese don de ser tan rota, que me doy miedo a mí misma. 

Hazme epílogo de ida. Hazme la verdad universal de la cultura occidental, la ley del deseo, la dinámica del sexo, la dialéctica entre la desobedencia y el arduo aprendizaje del respeto.











Prende la chispa de la vida o, si te atreves a atravesar la línea que va del tedio a la pasión, de nuestra vida.  




lunes, 17 de septiembre de 2012

¿Dónde estarán los besos?

Lo de follar a puerta cerrada es la fuerza motriz de nuestras piernas. Pero nunca me he sentido tan desgastada bajo el abrazo de tus sábanas, ni tan hierática enquistada en esas cuatro paredes verdes. 
Te pillaste los dedos, no tienes ni idea de cuanto. 
Me gustaste con la clásica forma de gustar, con esa previa idealización que jode toda realidad, con esos tiránicos nervios. Te marchaste con la clásica forma de una huida, sin pañuelo en mano.
Nos marchamos con una relación carnal anhelando algo más espiritual. Nos marchamos con una relación espiritual anhelando algo más carnal.

Me abandoné al alcohol, a la poesía fácil, a Sabina, a vicios inconfesables. Cuando alguien escucha a Sabina, ya sabes, algo no anda nada bien.
Una vez leí: "El tiempo no cura nada. Son Sabina, los libros y el vino." Y joder, como cura... tanto que escuece.  




... tengo la certeza de que amanece por el este de tu costado.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Hablemos

Háblame de la figura de tu cuerpo. De poder suplantar a Stendhal por tu nombre en su síndrome. De explotar en tus manos. En tus jodidas manos. En tus delicadas manos. Háblame de un "Continuará en el próximo episodio" no de un "Esto es para siempre". Háblame de los labios que has bordado y no me hables de los que has amado. 

No me hables de las noches etílicas, y háblame de todas en las que te has emborrachado conmigo. O de mí.
No me hables de tu cinética ni de mi praxis, esas dos eternas rivales. Háblame de este simulacro de no necesitarnos.

Háblame de un tú y un yo, pero nunca de un nosotros. Háblame de la vertiginosidad de tus deseos, del desencuentro de nuestros instintos.

Que yo solo conozco un cielo, y es el de tu paladar.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Carta bomba

Escribes mejor cuando es para mí. Con tu retórica confusa. Con tu pasión. Sin aliento. Con arte funambulista que desciende por mi costado hasta tu ombligo, que en el quinto cielo de cualquier religión se engaña y se somete al ateísmo. Con garra. Sin fuerza. Que invertir en ti era una auténtica quimera. Pero ya ves, invertí, y el Jueves Negro de Wall Street solo fue un cosquilleo en la economía. Dime, ¿quién me va a rescatar ahora de estos silencios que una vez me pseudoprometiste, de estas pretensiones de frío que no nos calan ni nos hieren por miedo a excedernos? Y me excedí, como una gata sin dueño, buscando a cualquiera con hedor a marihuana y poesía en los dedos. El mismo Dios se jactó de mí haciendo humor negro de mi situación. Va una niñata, con aspiración de bohemia y se ata a un cualquiera. Humor negro, ¿eh? Y jodido. 
Y tu vicio fue convertido en mi oficio, y aunque suene dogmático, maltrecho y autoritario a mí me gustaba. Me gustaba oler a tu colonia por la mañana, que mi pelo fuese una enredadera de recuerdos por donde trepaban tus dedos, que tus palmas se contrayeran con mis palmas y tus pies solo fuesen tercos y maleducados. Quédate, he hecho café para un mes, como hubiese deseado oír esto de tus labios.


Esa boca que es mía, podredumbre de besos,
Esa boca que es mía, que sabe a callejones sin salida,
Esa boca que es mía, que sabe a cigarro en las heridas,
Esa boca que es mía, que sin saber lo sabido,
Esa boca que es mía, hubiese sido prácticamente tuya. 

martes, 28 de agosto de 2012

20

(Inspirada por Dieguitos y Mafaldas del maestro de Úbeda al que, quién bien me conoce lo sabe, guardo intacto en la cajonera de los versos, junto a la lencería.)


Veinte años al filo en camas separadas.
Veinte bragas que nunca estrené.
Veinte ojos que me desnudaron con la mirada.
Veinte zaguanes donde jamás me quedé.

Veinte mujeres que no supieron el significado de una "mujer"
Veinte vidas que jamás viviré.
Veinte hombres a los que me hubiese gustado calentar.
Veinte catarsis que no me supieron purificar.

Veinte años al filo en camas separadas.
Veinte años jurándote querer.
Veinte líbidos en las trincheras del morbo
Veinte años de mitos mal curados, leyendo Dieguitos y Mafaldas.


lunes, 27 de agosto de 2012

Fatiga

Voy a atreverme a reventar tu sistema en un solo segundo: ¡Eres un jodido anarquista en el sexo, pero un mísero cobarde en el amor! 

Léeme, léeme, te obligo a que me leas y te derrumbes. 
Nosotros simplemente somos dos Penélopes,
arruinados por hacer del otro un Ulises,
capaz de encontrar las Ítacas que perdimos,
para llorar la huida del otro.
Yo no quiero teorizar acerca de lo subversivo que es el sexo, ni quiero que desgastes mi ropa a base de verdades universales. Yo no quiero que deslices tus dedos por mi costado con el único fin de satisfacernos o de amaestrar el vértigo de mis curvas. Yo no quiero sudar sin concebir, ni revolución en tus pestañas, ni follar, ni ausencia, ni resaca de ti. Yo no quiero que deslices dos dedos por mi vientre, me devores por dentro y me hagas crecer. Yo no quiero enfrentarme a la ofensiva que esgrime tu boca. Yo no quiero muro de Berlín entre nuestros instintos, ni verdugo, ni piedad. Yo no quiero que las palmas de tus manos me recorran sin sístole ni diástole. Yo no quiero morir por amor ni por enfermedad. Yo no quiero huir en trenes a medida. Yo no quiero podredumbre de domingo, ni latón de corazón, ni gemidos. Yo no quiero ni Hobbes. Ni Maquiavelo. Ni Descartes. Yo no quiero la muerte de tu Dios, ni la muerte de Nietzsche, ni tripis, ni postales. Yo no quiero que refutes mis ideales, ni te aferres a mis calamidades, ni impongas como dogma mis habilidades. Yo no quiero domesticar a tu ego, ni ejercer el papel de mártir por un beso, ni crucificarme en tu lecho con el único pretexto de entreabrir mis secretos. Yo no quiero desahucio ni alquiler, ni interponer demandas, ni ser tu clavo ni tu juez. Yo no quiero lamer tus heridas, ni pan para hoy ni hambre para mañana, ni refranes en tus labios, ni poesías en el alma. Yo no quiero escuchar tus mítines de revolucionario, de honestidad al límite, de comunismo de bar. Yo no quiero ateísmo, ni fe descuadrada, ni rincones (polvo)rientos, ni llagas infectadas. Y si vas a darme todo esto... 







Lo único que yo quiero es decirte que eres un teórico de la hostia. Pero tu revolución sigue en standby y mis sábanas frías y comunistas. Creí que encarcelarme a alguien que citaba a Salinas y escuchaba a Sabina era alguien a medida, pero en el dossier de mis fracasos he apuntado tu nombre y es tan hierático como mis humedades. 


Yo no quiero teorizar acerca de lo subversivo que es el sexo ni quiero que desgastes mi ropa a base de verdades universales.
Cóseme las llagas a base de relativismo, de carne de fe. Rómpeme ese jodido don que por un instante hizo un puto nosotros. Pálpame hasta deshacerme.

Y después sigue teorizando. 

domingo, 26 de agosto de 2012

Lo bueno de idealizar es que, con algo de suerte, a ti te idealicen. Y ya ves, una inmadura bien idealizada gana bastante. 
¿Sabes? Soy de esas que cuando le dice algo a alguien del pasado, o escucha una determinada música durante el proceso que implica el caos de las emociones, o escribe poseída por los efectos del alcohol no vuelve a repetírselo a ningún otro jamás. Llamadme romántica o psicótica, pero creo que existen determinadas palabras para determinadas personas. 

Una carta.
Una canción.
Una película.
Una bebida.
Una marca.
Un ideal.
Un soplo renovador.
La carcoma que dejas.
Un "asómate al hueco de mi alma."
Un "deja de narcotizar tu recuerdo."
Un quizás.
Un "trafica con mis cuatro sentidos, te dejaste el tacto."
Un jamás.
Una duda.
Un "a solas soy tantas cosas que ni me he encontrado a mí misma."

Y, ¿sabes qué? Que difiero en que edites mis palabras como si fuesen un texto mísero y vacío, porque todo lo que te escribí fue para ti.






martes, 21 de agosto de 2012

Echaba de menos volver a vomitar las palabras.
Volver a sacudir mis instintos.
Echaba de menos echarte de menos.




Y así todo el tiempo.

.

PERO, ¿Y QUÉ COÑO PASA SI CADA DÍA TENGO UNA NUEVA RECAÍDA? 

domingo, 12 de agosto de 2012

Yo, la mujer de tantos sueños.

¿Quién te ha salvado de mis precipicios? 
Asúmelo, te sobra verborrea y te falta coraje, echarle cojones a la vida en retórica menos avanzada.
A la última copa, y espero que por cortesía, invites tú, desesperanza. 


Cómeme bien, no sólo la cabeza.
A mí 400 kilómetros me sobran y me faltan.

viernes, 3 de agosto de 2012

8 problemas

Un poema es esto:
La vocación del suicida.
La desesperación de la espera.
La lija de los amantes.
El cáncer de las relaciones.
La ginebra del borracho.
La honestidad del político.
La virginidad de la puta.
El exilio del poeta.
La soledad comiendo palabras.
La soledad bulímica. 
La soledad vomitando emociones.
Emociones cancerígenas.
Tú.

jueves, 2 de agosto de 2012

orgullosa de haber sido una yegua sin freno

Y que te digan:
-Tienes pinta de ser de las que huyen.
Y morderte los labios y no poder negarlo.
-Pero de mí también han huido.

(como coches despavoridos, como suicidas en el Empire State)




He contado tus lunares, tus pecas, tus mordiscos, tus cicatrices, ¡hasta tus dioptrías! 

-

¡Olvida mis labios y atrévete a besarme el alma!




Y entonces es cuando comprendes que eso de la confianza es una falacia y que lo que nos impulsa al sexo es la falta de civismo. Y la subversión. Y el deseo. Y los precipicios de las emociones.
Pero, dentro de lo probable, aunque conozcas a una persona en todo su ser, llegará el día que solo alce la cabeza, te tantee con la mirada, rebusque en el bucle del olvido al que lanzó como un despojo y entonces te salude con un terco monosílabo.
Y así, suma y sigue.

9 problemas

Yo no te echo de menos, 
lo que pasa es que las palmas de mis manos tienen mono de tu piel,
y mis labios buscan un punto de apoyo para poder mover el mundo.
Pero no, no te echo de menos.









EME

miércoles, 1 de agosto de 2012

Consejos para un galante

Inyéctame la metadona que has tatuado en tu piel.
Revélame el secreto de tus palabras.
Sin versos.
Sin más ingredientes que tus besos.
Socórreme del fuego del odio.
Lléname de vida.
Pero sin hiedra.
Sin hienas.
Sácame de quicio.
Abraza mis cartas.
¿Te has parado a leerlas?
No dicen nada.
Pruébame y desiste de mí.
Abandóname con holgada desidia.
Cántame un silencio.
O dos. O cinco.
Frena mis impulsos.
Acelera el tránsito sanguíneo.
Bébete la humedad.
Suda.
Y aún sigo sudando.
Viaja al paraíso que ha preparado tu soledad.
Te encontrarás con mi Olimpo.
Lame hasta los cigarrillos de los adoquines.
Recoge los polvos que no quisiste.
Pierde decencia.
Gana egoísmo.
Educa a tus instintos.
Haré rebelar yo a mis sentidos.
Besa mis papilas gustativas.
Haz que llueva cobre de tus ojos.
Sobra nicotina en este apartado.
Y humo.
¿Nos fumamos un pitillo a medias?
Pero pones tú la hierba.






.

-
Eres más duro que la piedra de mi mechero,
pero ten cuidado: que si me enciendes, yo ardo.
Y así todo el tiempo.

Del mal sexo

"Yo no rezaba para no creer, tú no besabas para no soñar."

Yo no te buscaba para no lapidarme, tú no me encontrabas para no buscar.
Yo me alejaba para no perderte, tú te perdías para alejarte más.
Yo no recordaba cómo olvidarte, tú me olvidabas recordar.

Y además.. acabo de agitar los vestigios que se derrumbaban en el vacío de nuestra omisión. Acabo de destruir mi orgullo, mi ética y mi moral.

Y entonces le dije:
-Tú decides, puedo ser tu banal inspiración o puedo ser tu musa.
Y aún continúo ejerciendo de puta bajo la tinta de su estilográfica. 

-

Y si tú eres mi cáncer, yo padezco metástasis.

lunes, 30 de julio de 2012

P

"¿Te das cuentas de cuántas veces al día tengo que tomar la decisión de no escribirte?"

Supongo que las noches son un buen colchón para las deudas del corazón, y aquí estoy otra vez, pagando con sangre la afrenta de haberme enfrentado a tu boca. Sé que he escrito mucho sobre ti pero, ¿y qué si cada día tengo una nueva recaída?
Supongo que revolver los resquicios de la pasión no es un buen síntoma pero, ¿me has ofrecido un mejor remedio a noches de desvelo?
He decidido enviarte la factura de todo el espacio que has ocupado en mi mente y te sale a devolver: estos 48 días, 6 horas, 30 minutos y 40 segundos a los que debemos de restar a cada día 8 horas de sueño, 3 horas de vicios mundanos y 2 horas comiéndome la boca con cualquiera que me cantase Sabina al oído. Al total debemos de restarle de esas 348 horas de sueño todas las veces que has venido a mimarme en ellos o a torturarme con ellos. Y a esas 2 horas de desenfreno visceral, agrégale las sensaciones que sentí con otra persona pensando en ti.
En total, me debes una vida de pasión y de subversión.

Comenzamos nuestra relación pensando exactamente en las palabras que íbamos a dedicarnos cuando nos dejásemos. Que lo que aún no comprendo es como nos afanamos con el siglo XXI  y no somos capaces de asimilar que una persona nos ha olvidado y ha dejado de querernos para siempre. Y que tú, la que va de dura por la vida, la que nunca se enamora y que fácil olvida, esa no pueda dejar de pensar en cual fue la pólvora que provocó el molotov de tu corazón.
No quiero volverme a perder en la crispación de tu piel, tampoco quiero bañarme en tus ojos ni dormir en tus sábanas, ni que me hagas sudar, porque aún sigo sudando.
No te confundas, eso no es una despedida, de eso ya tuvimos una hará 48 días, 6 horas, 40 minutos y 3 segundos y, no te creas, pero lo llevo bastante bien. No, eran 5 segundos.
¡Pero lo trágico es que me acuerdo! Me acuerdo de nuestros amaneceres borrachos, amanecíamos ebrios en los portales de una ciudad que ha contemplando impasible como nos metíamos mano en cada oscuro callejón, como me desdibujabas los labios, como te enjugaba las lágrimas. Y la cinética de la destrucción, porque me derrito, te maldigo y malvivo.

Otra cuestión es el alcohol. ¡El muy hijo de puta siempre viene a recordarme que tú no vas a volver a estar!  Has provocado un cisma y el desencuentro entre el alcohol y yo, y eso me cuesta perdonártelo.

Supongo que el hombre de mi vida está ahora mismo idealizándome en un libro, en una buena obra de arte, en una buena escena de cine francés, en un cigarro. O en un polvo.

Y tú, ¿qué has elegido hoy: maldecirme o malvivir?


EME






miércoles, 25 de julio de 2012

.

Quiero querer dejar de quererte. Me da por salir en medio de la calle, cuando esté todo hecho añicos, me aparto pa' no molestar. No voy a buscar razones porque solo voy a encontrar campos yermos y adoquines sin pisar y rincones en los que fumigar telarañas de sensaciones.
Pa' cuando lo leas procederás de mi olvido, y si te atreves a traspasar mi cese y derrumbe quizás debas exigir un seguro de riesgo.
Solo encuentras hiedra, barro y pisadas que no volverán. La verdad es que ya tengo bastante con miles de abriles que me has regalado, la lluvia se encarga de agitar el fuego que tú mismo procediste a encender. Pero, ¿qué hacemos aquí hablando en plural? Tranquilo, no voy a ofrecerte más carnavales. Me voy a beber las penas y a destilar las tormentas, el corazón tiene ganas de emborracharse sin aditivos sentimentales.




Porque tú y yo somos agua y aceite. 

Una vez...

... prometiste correrme el pintalabios y no el rimmel. 


Pero ya ves, aquí estoy con la cara demacrada y los labios secos. 

lunes, 23 de julio de 2012

.

`Dame fuego, del humo ya me encargo yo. Y del humor, que falta nos hace.`

Los besos que perdí por decirte lo que sentía

Luego, luego las prisas justas, el corazón acelerado, la mente fría, el tabaco húmedo, como cuando estaba contigo.


Amo tu filosofía de: "con todas en general y con ninguna en particular" y odio tu filosofía de: "voy de maduro, guapa, y ahí lo llevo."
Y cuando me desperté no recordaba nada de la noche anterior, demasiado alcohol. 

sábado, 21 de julio de 2012

¿Dónde vives? ¿Me echas de menos?

" Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.

Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.

Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.

Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy."







En mi corazón debe de ser primavera, y el campo debe estar verde.

miércoles, 18 de julio de 2012

El trabajo nos hará libres



¡SOMOS LA REVOLUCIÓN
¡SOMOS LOS DE ABAJO CONTRA LOS DE ARRIBA!

Qué bonita palabra eres, libertad.





Marea humana

"Mi amor, este poema
es para que lo leas cuando no esté a tu lado,
cuando no pueda ya cuidar de ti.
No te conformes nunca con alguien que no piense
que tú eres una llama más antigua que el fuego,
que tú eres su razón para vivir.

Aprende a no querer a los que no te quieran
y elige bien a qué le tendrás miedo: no habrá sombra que oculte lo que tú temas ver.
Escapa del que piense
que el aire es la pared de lo invisible
y huye de aquel que crea
que es más feliz quien menos necesita,
porque ése no podría necesitarte a ti.

No te rindas, no olvides jamás que la tristeza
sólo es la burocracia del dolor.
Y si sientes que el mundo se derrumba,
no intentes abrazarte
a otro que esté cayendo a la vez que caes tú,
como yo hice contigo.

Algún día
tendrás que despertarte para salvar tus sueños.
Algún día sabrás que en las promesas
hay siempre un cristal roto
en el que aúlla el viento frío de la mentira.
Recuerda todo eso.

No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil,
como aquellos que por guardar tan bien lo que más les importa,
lo pierden para siempre.

Recuerda que no hay nada que no pueda ocurrir cualquier día.
No olvides que esta obra ha terminado.
No olvides que le hablas a un teatro vacío."


Benjamín Prado (Marea humana)









Que la poesía no se escribe, se vomita, y cuando las palabras se vomitan nacen viscerales y pasionales, tal y como debe ser la poesía.

martes, 17 de julio de 2012

.

"Cuando era más joven viajé en sucios trenes que iban hacia el norte."

J.Sabina


No sé quien fue el hijo de puta que me recomendó beber alcohol para hacer las penas menos penas, pero cuando este se destila por mi garganta me recuerda aún más fervientemente que tú no estás. Y ya no hablemos de la ginebra...