domingo, 12 de noviembre de 2023

 Ayer fui con mis amigos a beber por La Latina y acabé en Teatros Canal viendo a Angélica Liddell rasgarse las rodillas y las manos para después comerse con pan su propia sangre. Hubo momentos donde sentí asco y otros donde sentí lástima. También me sentí vulnerable. Angélica Liddell habla del sufrimiento y también del amor, la ausencia de dolor nos lleva como sociedad al vacío, es necesario este para asumir la trascendencia y la gloria. Angélica se proyecta en el escenario como persona que usa el dolor para que algo (amor, muerte, arte, Dios) termine por sobrevivir. Explorar el límite, palparlo, corregirlo, violarlo, de ahí nace la expresión artística.

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Hoy publico unas breves notas sobre lo que es para mí Annie Ernaux y el poder de la memoria: https://cafemontaigne.com/esbozo-sobre-annie-ernaux-autoficcion-deseo-y-memoria-miriam-maeso-diaz-merino/critica-literaria/admin/ 





miércoles, 1 de noviembre de 2023

El otro día atravesé las cuatro torres en un interurbano y me acordé de la forma en la que creí quererte. Sonaba De tanto que lo intenté y a mí me pareció resignificar una experiencia vital. Veinte años. Tú. Veintisiete años. Él.

Hablar en segunda persona del singular o en plural, tanto da: el mismo ego.

Ya no te temo. 

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Hoy es el Día de Todos los Santos y yo he escrito para una revista sobre Annie Ernaux y la memoria. Es casi una hagiografía. Suena espantoso.

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Dice Sor Juana Inés de la Cruz que amor empieza por desasosiego.