lunes, 30 de julio de 2012

P

"¿Te das cuentas de cuántas veces al día tengo que tomar la decisión de no escribirte?"

Supongo que las noches son un buen colchón para las deudas del corazón, y aquí estoy otra vez, pagando con sangre la afrenta de haberme enfrentado a tu boca. Sé que he escrito mucho sobre ti pero, ¿y qué si cada día tengo una nueva recaída?
Supongo que revolver los resquicios de la pasión no es un buen síntoma pero, ¿me has ofrecido un mejor remedio a noches de desvelo?
He decidido enviarte la factura de todo el espacio que has ocupado en mi mente y te sale a devolver: estos 48 días, 6 horas, 30 minutos y 40 segundos a los que debemos de restar a cada día 8 horas de sueño, 3 horas de vicios mundanos y 2 horas comiéndome la boca con cualquiera que me cantase Sabina al oído. Al total debemos de restarle de esas 348 horas de sueño todas las veces que has venido a mimarme en ellos o a torturarme con ellos. Y a esas 2 horas de desenfreno visceral, agrégale las sensaciones que sentí con otra persona pensando en ti.
En total, me debes una vida de pasión y de subversión.

Comenzamos nuestra relación pensando exactamente en las palabras que íbamos a dedicarnos cuando nos dejásemos. Que lo que aún no comprendo es como nos afanamos con el siglo XXI  y no somos capaces de asimilar que una persona nos ha olvidado y ha dejado de querernos para siempre. Y que tú, la que va de dura por la vida, la que nunca se enamora y que fácil olvida, esa no pueda dejar de pensar en cual fue la pólvora que provocó el molotov de tu corazón.
No quiero volverme a perder en la crispación de tu piel, tampoco quiero bañarme en tus ojos ni dormir en tus sábanas, ni que me hagas sudar, porque aún sigo sudando.
No te confundas, eso no es una despedida, de eso ya tuvimos una hará 48 días, 6 horas, 40 minutos y 3 segundos y, no te creas, pero lo llevo bastante bien. No, eran 5 segundos.
¡Pero lo trágico es que me acuerdo! Me acuerdo de nuestros amaneceres borrachos, amanecíamos ebrios en los portales de una ciudad que ha contemplando impasible como nos metíamos mano en cada oscuro callejón, como me desdibujabas los labios, como te enjugaba las lágrimas. Y la cinética de la destrucción, porque me derrito, te maldigo y malvivo.

Otra cuestión es el alcohol. ¡El muy hijo de puta siempre viene a recordarme que tú no vas a volver a estar!  Has provocado un cisma y el desencuentro entre el alcohol y yo, y eso me cuesta perdonártelo.

Supongo que el hombre de mi vida está ahora mismo idealizándome en un libro, en una buena obra de arte, en una buena escena de cine francés, en un cigarro. O en un polvo.

Y tú, ¿qué has elegido hoy: maldecirme o malvivir?


EME






miércoles, 25 de julio de 2012

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Quiero querer dejar de quererte. Me da por salir en medio de la calle, cuando esté todo hecho añicos, me aparto pa' no molestar. No voy a buscar razones porque solo voy a encontrar campos yermos y adoquines sin pisar y rincones en los que fumigar telarañas de sensaciones.
Pa' cuando lo leas procederás de mi olvido, y si te atreves a traspasar mi cese y derrumbe quizás debas exigir un seguro de riesgo.
Solo encuentras hiedra, barro y pisadas que no volverán. La verdad es que ya tengo bastante con miles de abriles que me has regalado, la lluvia se encarga de agitar el fuego que tú mismo procediste a encender. Pero, ¿qué hacemos aquí hablando en plural? Tranquilo, no voy a ofrecerte más carnavales. Me voy a beber las penas y a destilar las tormentas, el corazón tiene ganas de emborracharse sin aditivos sentimentales.




Porque tú y yo somos agua y aceite. 

Una vez...

... prometiste correrme el pintalabios y no el rimmel. 


Pero ya ves, aquí estoy con la cara demacrada y los labios secos. 

lunes, 23 de julio de 2012

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`Dame fuego, del humo ya me encargo yo. Y del humor, que falta nos hace.`

Los besos que perdí por decirte lo que sentía

Luego, luego las prisas justas, el corazón acelerado, la mente fría, el tabaco húmedo, como cuando estaba contigo.


Amo tu filosofía de: "con todas en general y con ninguna en particular" y odio tu filosofía de: "voy de maduro, guapa, y ahí lo llevo."
Y cuando me desperté no recordaba nada de la noche anterior, demasiado alcohol. 

sábado, 21 de julio de 2012

¿Dónde vives? ¿Me echas de menos?

" Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.

Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.

Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.

Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy."







En mi corazón debe de ser primavera, y el campo debe estar verde.

miércoles, 18 de julio de 2012

El trabajo nos hará libres



¡SOMOS LA REVOLUCIÓN
¡SOMOS LOS DE ABAJO CONTRA LOS DE ARRIBA!

Qué bonita palabra eres, libertad.





Marea humana

"Mi amor, este poema
es para que lo leas cuando no esté a tu lado,
cuando no pueda ya cuidar de ti.
No te conformes nunca con alguien que no piense
que tú eres una llama más antigua que el fuego,
que tú eres su razón para vivir.

Aprende a no querer a los que no te quieran
y elige bien a qué le tendrás miedo: no habrá sombra que oculte lo que tú temas ver.
Escapa del que piense
que el aire es la pared de lo invisible
y huye de aquel que crea
que es más feliz quien menos necesita,
porque ése no podría necesitarte a ti.

No te rindas, no olvides jamás que la tristeza
sólo es la burocracia del dolor.
Y si sientes que el mundo se derrumba,
no intentes abrazarte
a otro que esté cayendo a la vez que caes tú,
como yo hice contigo.

Algún día
tendrás que despertarte para salvar tus sueños.
Algún día sabrás que en las promesas
hay siempre un cristal roto
en el que aúlla el viento frío de la mentira.
Recuerda todo eso.

No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil,
como aquellos que por guardar tan bien lo que más les importa,
lo pierden para siempre.

Recuerda que no hay nada que no pueda ocurrir cualquier día.
No olvides que esta obra ha terminado.
No olvides que le hablas a un teatro vacío."


Benjamín Prado (Marea humana)









Que la poesía no se escribe, se vomita, y cuando las palabras se vomitan nacen viscerales y pasionales, tal y como debe ser la poesía.

martes, 17 de julio de 2012

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"Cuando era más joven viajé en sucios trenes que iban hacia el norte."

J.Sabina


No sé quien fue el hijo de puta que me recomendó beber alcohol para hacer las penas menos penas, pero cuando este se destila por mi garganta me recuerda aún más fervientemente que tú no estás. Y ya no hablemos de la ginebra...