martes, 26 de noviembre de 2013

Me pone triste la luz de esta habitación,
las sombras que se expanden
como virus de nostalgia,
la sensación de vacío en el pecho,
la voz rasgada,
todo rasgado.



'Y tengo cada vez más la sensación de hundirme en este pantano deprimente de falta de ganas' (Jaime Gil de Biedma)

sábado, 23 de noviembre de 2013

Harto de la unilateralidad del amor,
de la lucha de egos.
(Pedro Pastor)

http://www.youtube.com/watch?v=NY0OKZlOQJk

En vagas ocasiones me desnudo de corazas y me muestro como soy: vulnerable. Son tardes como ésta donde me apetece llevarle la contraria incluso a las gramáticas -y acentúo lo que me da la puta gana- igual que me contradigo a mí misma en lo que quiero y en lo que no.
Urgencia: me busco y me desconozco.
No soporto tanta indirecta de quinceañeros ni tantas dudas -que yo ya no tengo cuerpo ni para convivir con las mías.

Y si me hablas de domesticarlas, para qué.
Si yo ya no entiendo ni de su puta idiosincrasia.

Que sí, ya sé que no soy todo lo políticamente
correcta
que debiera ser
y quizás debería morderme la lengua
o atar a mis ideas a la formalidad
pero entonces todo se tornaría
aburrido.

Y no habría duelo.

Y qué si me freno,
si me refreno,
si acelero y me faltan ganas,
o me muero de ganas,
o caigo en la contradicción de
ser
persona,
de ser
vulnerable.

Y qué si me da por encerrarme
en mí,
con ese ataque de soledad,
de miedo,
desvistiéndome en sombras entre cuatro paredes
malpintadas
como mis uñas
como mi caos,
fingiendo un poco de cordialidad con el resto,
tratando de buscarme en ellos
sin encontrarme
sin adherirme
estallando en constantes conflictos internos,
arrancándome a tiras lo vacía que me siento,
cayendo
cayendo
cayendo
mirando a mi alrededor
sin encontrar una puta mano que me salve
de precipicios
de bocas ajenas,
de este eterno desencuentro entre lo que soy
y lo que me gusta de ti,
malviviendo,
desesperándome,
desgastándome.
insistiendo,
olvidándonos,
necesitándonos.

Y a veces me siento vacía
pero llena,
y busco identidad entre los restos
de naufragios pasados.


Porque no responder también es una respuesta.


martes, 19 de noviembre de 2013

Los vacíos.
Estamos conteniendo los vacíos.
El modo de entender la vida.
La mala reflexión.
La hipocondría.
No sé de versos
cuando tú estás aquí.
Pierdo las palabras.
La respiración.
Aceleración.
No vuelvas.
A irte.

No podría follarme a alguien que no admirase.
Las miradas al sur.





"Te digo que te quiero con tu suerte, con tu mierda
con pasado, con presente, con o sin enfermedad..." (Rozalén)  


jueves, 14 de noviembre de 2013

No entiendo al mundo. Quizás no quiera entenderlo y solo reflexionarlo. La verdad es que el sofá es cómodo. Me siento tan poco implicada tanto en la sociedad como en mí misma. Desorden interiorizado.
No entiendo la banalidad del lenguaje, ni cómo permitimos que se derrumbe el mundo si los escombros no nos alcanzan.

No entiendo los estereotipos -odio los estereotipos- y los falsos latidos. No entiendo de política ni de derechos y a veces me muerdo la lengua por no abarcar estos terrenos, y me desboco y me fatigo. A veces me ahuyento.
Tampoco entiendo de filología ni de rebeldía -me pongo a Brassens y calmo los síntomas- y tampoco entiendo nuestras actitudes.

No entiendo que levantar el puño signifique una cosa y extender la mano otra -llamadlo connotaciones- y tampoco quiero entenderlo.
No entiendo las distancias que no se derriban, ni las cervezas que no nos bebemos mientras nos contamos cómo ha ido el día, cuánto nos hemos echado de más.

No entiendo de maquillarnos los ojos y arreglarnos el pelo pero no cultivar la mente -existen los libros, coño- y esto, joder, esto sí me gustaría entenderlo. Solo para explicar que el joder no es solo follar, que a veces es una interjección que denota angustia.

No entiendo las idas y venidas, ni las luchas de ego por ver quién superó a quién. Tampoco entiendo los ataques de soledad ni las huidas a destiempo.

No entiendo a las personas islas que no se dejan conquistar, ni tampoco entiendo a las personas pro-minas (te toco y estallan todas mis creencias) pero estas son mi debilidad personal.

No entiendo al mundo. Quizás no quiera entenderlo y solo reflexionarlo. Es tan manido y aburrido. Pero qué putada de mundo.


viernes, 8 de noviembre de 2013

5 párrafos

ella rompía el aire con suspiros, limaba las aristas del diálogo con desconocidos, nunca implicándose ni dejándose abordar. siempre dispuesta al choque y confrontación. las ideas son una enfermedad, pero no quiere cura. ni médico. ni desasosiego.

él inventó el concepto de profundidad. a veces grita en ese mundo de superficialidad al que se entregó. en MAYÚSCULAS pero con ese horrible miedo inherente. lucha por una generación en donde cuente lo que se es y no lo que se tiene. o quizás solo es la masturbación de su propio ego. no quiere cura. ni médico. ni desasosiego. han pasado muchas profundas de bote por su boca.

Gran Vía esta rota, los bares están rotos, los destinos de él y ella están rotos. estas explosiones, estas manos están rotas. y no hay cura, ni médico. 

a veces nos damos tanto miedo que surge la necesidad. y no hay nada más patético que la necesidad. necesidad que implica dependencia. emocional, supongo. 
estoy hablando de ti.
de vosotros.
de todos.

la brecha del desastre: rompernos el uno contra el otro. 

martes, 5 de noviembre de 2013

Fumo porque no tengo tu boca,
bebo porque no quieres mi humedad.

He leído uno de esos libros de Posguerra
en donde las palabras parecen 
querer
fusilarnos. 
A veces nos dejan maltrechos.

Hace un calor terrible que se desliza
por mis piernas
y que sube, como los ascensores del deseo, 
insolente, por todo mi cuerpo.
Y he tenido pura necesidad de escribirte.
Hoy leo a Cernuda, por eso del aniversario 
de su muerte.
Y yo duermo sola.
-en cualquiera de los casos, la poesía está de luto-