sábado, 27 de abril de 2013

Hoy he ahogado mi vida en uno de esos vasos
y las penas flotaban alrededor de la ginebra.
Pero me las he bebido todas de un trago.

Puedes tener la azotea más bonita en tus ojos
pero no me gusta matarme contigo.
Ni tampoco morirme por ti.

-Que mirada tan profunda, ¿cuándo deja de llover?
Hace más de un año que ya no llueve
y ahora me mete mano la primavera.
Llamémosle cambio climático
o cambio de prioridades.

Coge las maletas y vamos a seguir evitándonos.
A esta vocación de suicida potencial
la maté junto a ti.
Pero esta asesina no va a volver al lugar del crimen.

Ahora que estoy manchada de poesía,
haciendo de la vida un vicio más,
ahora que los minutos me parecen carreras,
que sonreír es sinónimo de correrse,
búscame en cualquier libro
porque
ahí
es
donde
me
maté
yo


(pero recuerda que no fue por ti)


lunes, 22 de abril de 2013

Miguel

Quizás sean pocas la veces
que escribo sobre él,
y quizás sean pocas las veces
que no me acuerde de él.


http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&NR=1&v=wYGkywVYtWc

Hoy encontrad el amor que tengo a Miguel Hernández
en una canción,
en una voz,
en un poema.


domingo, 21 de abril de 2013

Recuerdo como me deshacías
el odio por dentro
y dabas sentido a eso del amor,
mientras Travis nos observaba desde su taxi
a través de la pantalla de tu habitación.
(Y yo sé que a ambos os gustaba verme
vulnerable y lasciva,
desarmada completamente)



Haces menos domingos a los domingos
y ya por eso tienes licencia
para morderme la boca y las medias.

Lo que tú no sabes es que yo te hubiese entregado hasta lo que no tenía,
pidiendo préstamo, comiendo deudas, besando intereses;
todo para que tú me hicieses el café de las mañanas
todos
los
días
de
mi
vida.



miércoles, 17 de abril de 2013

Metapoesía

Hablar de ti
es como entrar
en un bucle infinito
de poesía.
Es como destilar sueños
por los párpados
y llanto por los poros.

Hoy he vomitado palabras
y todas las emociones se han caído
a mis pies pidiendo que no te destierre
de mi cabeza.

Pero es que ya no quiero más sombras.

Contigo pensar significaba
carburar en mayúsculas
y sin acentos.

Y qué bonito pensabas en mayúsculas.

Caer en la cuneta porque estamos hartos
de las hipotecas.
Y así es como te quiero. Muy lejos.

De morirnos estamos ya todos cansados,
no te lo discuto, pero morirse a deshora
es el peor chiste que me has contado.

Quién no llora no, mamá.

Bajarme la falda y a tu infierno
tienen la misma familia semántica.

Gasto tanta credibilidad que estoy
en números rojos.

Hazte así en la boca
que voy a arrancarte
lo de umbrío por la pena.

Te deseo en defensa propia.

Escribirte es metapoesía.









lunes, 15 de abril de 2013

Que yo no quiero que me abras
las piernas,
que yo quiero me abras
la mente.
Que yo no quiero que me cierres
la boca,
que yo quiero que  me cierres
las heridas.

Que yo no quiero me incendies
por dentro,
que yo quiero que me incendies
la vida.
Que yo no quiero compartir
febreros,
que yo quiero que me hagas menos domingos
 los domingos.

Que yo no quiero que me beses
en los portales,
que yo quiero que me desvistas
por dentro.
Que yo no quiero coserte la boca
con versos,
que yo quiero que desanudes
mis cicatrices.

Que yo no quiero que tu mano
haga su trabajo debajo de mi falda,
que yo quiero que me hagas volver
y recaer
una y otra vez.
Que yo, lo único que quiero,
es olvidarte.
Pero a base de olvido me estoy
matando.

Estamos en abril y sigo temblando (de frío, de miedo)




domingo, 14 de abril de 2013

Abril nos abre las piernas y nos sacude la puta vida

abril es el mes de los poetas
y a mí me hace llorar.
abril es esa musa que te sana las heridas con alcohol
y te emborracha la mirada y te nubla la vida.
abril es esa puta que te folla con intereses de amor.
abril fue nuestro, cariño.

abril fue el mes que nos ha visto
desgarrarnos la piel con los dientes,
absorbernos las miradas,
tentarnos con las manos,
germinarnos de ideas y
rompernos por dentro.

abril es ese seísmo que no me dejaba
parar de temblar cuando tú me tocabas.
abril es toda la literatura que me inyectaste en vena
y las sobredosis de El Padrino.

abril es tú y yo en tu piso,
compartiendo sábanas y confesiones,
empapándonos de nuestros pasados
e intentando construir futuros lejanos.

abril era sudaderas y moño y hacerme sentir guapa.

abril es miedo convertido en poesía.
abril es todo lo que quise
(y todo lo rota que me dejas)

abril en domingo es nuestros latidos desacompasados,
tus dedos buscando mi sexo,
mi lengua perdiendo el respeto a tu calma.

abril en domingo es querer reconstruirnos con una de tus costillas,
abril en domingo es verte y no poder rozarte.

Punto y soledad.

sábado, 13 de abril de 2013

Te echo de menos.
O me estoy muriendo.

Es que ayer, entre la niebla y el alcohol,
muchos hombres me miraban,
y todos sus ojos eran los tuyos
pero ningunos eran los tuyos.

Porque cuando hablo con cualquiera
todo me parece banal e insípido,
y no es que quiera alimentar mi ego,
es que nadie abre en canal las palabras
como tú lo hacías.

Ni nadie me toca como tú lo hacías.
Ni nadie me ata en corto como tú lo hacías.
Ni nadie me desacelera el riego sanguíneo.
Ni nadie me altera con sus dudas.

Verás, no sé que coño es esto.
Es querer y no querer.
Acercarte y alejarte.
Subida y bajada constante.

Me he fumado un porro para ver si así dejaba de mirarte
entre las luces de neón,
o en el fondo del vaso de mi ginebra limón,
y aún así sigo levantándome por las mañanas y,
aunque cualquier otro me haya escrito versos de amor,
yo solo tengo dedos para poetizarte a ti.

No sé como decírtelo pero
mi cuerpo se ofrece
para que te tomes en él
la última copa.
(y a esta invito yo).

Te echo de menos.
O me estoy matando.

jueves, 11 de abril de 2013

Es la 1:04 de la madrugada más triste
de mis diecinueve años (pero no días)
y me voy a arrancar tus quinientas noches
de una sola forma:
-Ya no te quiero, es solo necesidad.


Nunca me había sentido tan viva.
Tengo seis horas para viajar hasta ti
y no sabes todo lo que me da de sí
este viaje.
Es que yo correría detrás del tren
aunque se acabasen las vi(d)as.
Incluso dejaría que las maletas
se quejasen de mi y me presionaran
todas las arterias y me desangrase por dentro,
así, clavándome las entrañas poco a poco.
Que escatológica me vuelvo a tu lado.

Ya no escucho a Joaquín para no atentar contra mí,
y hoy he visto a Madrid poética pero mísera,
y así es como yo te veo a ti, cansado pero valiente.

Me estoy curando las llagas a base de sal
pero sigo en pie.

Estoy como Woody sin Diane en Manhattan,
o como Warhol sin sopa de tomate.

Te aseguro que de lo predecible que soy
puedo romperte todos los esquemas
y no tengo el seguro a todo riesgo.
Odio las normas y por eso siempre escribo en verso libre.

Quizás el mundo se ha propuesto
restregarnos las ganas y a abril
por toda la cara. (por tus labios)

Vuelve, joder, no quiero que seas
un paréntesis más en mi corazón.
Vuelve y te prometo que te verso la almohada.
Vuelve y dejo de a(tentarte) con la poesía.

Vuelve y te incendio la vida.



jueves, 4 de abril de 2013




Tatuad los versos 
en el reverso de la piel.

Mátame de amor
y muérete por mí.

Stop a los miedos.
Que me quiebres las constantes,
que intensifiques mis vicios,
que me aceleres el pulso,
que me toques por dentro
y me hagas crecer...

miércoles, 3 de abril de 2013

Esta ciudad no sabe ni lo que quiere
y por eso me recuerda tanto a ti.
Quizás sea porque cuando me vuelvo adepta
a los atentados de tu boca
todos me explosionan al lado del corazón.
Entonces es cuando el humo no me deja ver
más allá de mis latidos,
ya sabes por lo que me guío,
poesía, puta poesía que me
cicatrice las heridas.

Me explosionas tus poemas en el vientre,
corriéndose la tinta siempre por dentro,
dejándome versada el alma,
ya sabes que a nosotros la poesía siempre
nos gustaba... pero a pelo.

Quizás suene como una de esas canciones
del pop que siempre hemos criticado
pero a tu lado me vuelvo valiente aunque olvido
todos los acordes que nos dedicamos en aquel piso,
pero prefiero renovar los momentos a no tenerte
de nuevo
conmigo.

Estabas tan guapo la última vez que te vi.
Siempre te recuerdo el día que nos despedimos.
No llovía, pero como si lo hiciese.
Contigo fumarme la vida resultaba ser tan tóxica
que tenía los pulmones negros (pero de mariposas)

Contigo mis venas, joder, se corrían de vida.
Es que yo solo conozco tres pronombres personales:


nosotros.

Qué bonito es estar triste de manera controlada,
qué bonito es escribirte siempre en pasado.

Pero qué profundo y violento
sería que me salvases de todos los domingos
en donde ni los poemas quieren hacer el amor
conmigo (con nosotros)