miércoles, 28 de noviembre de 2012

"Find what you love and let it kill you."

Tu espalda es una nación para mis manos y, aunque soy alérgica al polen, tengo el patriotismo a flor de piel. Tus pecas son el quinto pecado en mi catecismo particular y aunque este "No matarás" es constante, prometo seguir muriéndome por ti en todos los cielos posibles. Ni Biblia, ni Nietzsche, hoy la que muere es la hipotenusa de tu ausencia.
Si quieres le digo a Sabina que nos haga partícipes de alguna canción tan suya, tan nuestra, tan mía. Sin embargo, de sobra tú sabes que eres el primero, y ni champagne, ni hotel, ni somos dos gatos en los tejados, ni estudiantes en celo. 

Atrévete a indultar la conciencia que te busca cada noche. Y aunque la ley del más fuerte no es un referente para el corazón, refuérzame, ódiame, acaricia mi rabia, conmuta mis penas por ginebra, gime en mi oreja, provócame un orgasmo en el alma. 

Y haz filosofía con mi lengua. Esta noche fingiré que no te (re)conozco, que sé que no eres un falso Platón buscando sombras en mi cabeza. 





domingo, 18 de noviembre de 2012

A tientas

Esta no es la embajada del reproche, pero si te escribo a tientas, como te gustaba, como nos gustaba.
Sin embargo, esta noche no te corresponde, esta noche no te escribo a ti, le escribo a la experiencia colectiva de todos los amores, a los argumentos a golpe de fatiga, a golpe de renuncias personales.
Esta noche las verdades se cosen a base de hilada de filosofía y sabe mejor un porro que cualquier lastre fatalista que implique desnudarme o escribirte.
Indúltame, cámbiame el clima, estamos en otoño y todavía sigo lloviendo. Por una vez me atreví a tutearme con esa parte que te desconozco y a tolerarte, aunque no te tolero, pero me gustan las reacciones en mi cuerpo.

Por una vez no cierro los bares y crezco sin mutilarme, y si mi acuerdo de ti ... es... porque... seguimos a tientas.

jueves, 1 de noviembre de 2012

CLICK, TIC. TAC.

Click. Tic. Tac.

Estamos rodeados de limosnas del "quédirán", de extorsión de vicios mundanos, de cobradores de virtudes, de progres de guantera y cartera, de tradicionalistas de viejos catecismos. Hablamos de síndromes, de Stendhal, de Diógenes, de Edipo, como si viniesen con asiduidad a casa a bajarnos el ego - y las bragas-. Hablamos de poesía, cómo si realmente supiésemos qué coño es la poesía- ¿y qué no es sino hablar de ti?- hablamos de cine, ay, cómo si realmente supiésemos que significa el verdadero cine.
Hablamos aludiendo a nuestro ingenio, traficando con la química y con el cerebro. Hablamos de verdades universales, de relativismo moral y de cinismo. Hablamos del olvido - ¿se puede olvidar a alguien en 19 días y 500 noches? - del cambio de prioridades, del sinsentido.
Hablamos de mendigos de tristeza, de políticos de verdades, de repúblicas, utopías. Hablamos de lágrimas vomitadas, de versos que escribimos sin sentir, de poetas críticos, de críticas a poetas, de Cortázar, de Camus y somos tan severos, tan arduos, tan alcoholizados con la realidad, tan número rojos emocionales que...

CLICK. TIC. TAC.

(somos simples onomatopeyas en un mundo tan distante) 



¡bang!