jueves, 2 de agosto de 2012

orgullosa de haber sido una yegua sin freno

Y que te digan:
-Tienes pinta de ser de las que huyen.
Y morderte los labios y no poder negarlo.
-Pero de mí también han huido.

(como coches despavoridos, como suicidas en el Empire State)




He contado tus lunares, tus pecas, tus mordiscos, tus cicatrices, ¡hasta tus dioptrías! 

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