miércoles, 1 de agosto de 2012

Consejos para un galante

Inyéctame la metadona que has tatuado en tu piel.
Revélame el secreto de tus palabras.
Sin versos.
Sin más ingredientes que tus besos.
Socórreme del fuego del odio.
Lléname de vida.
Pero sin hiedra.
Sin hienas.
Sácame de quicio.
Abraza mis cartas.
¿Te has parado a leerlas?
No dicen nada.
Pruébame y desiste de mí.
Abandóname con holgada desidia.
Cántame un silencio.
O dos. O cinco.
Frena mis impulsos.
Acelera el tránsito sanguíneo.
Bébete la humedad.
Suda.
Y aún sigo sudando.
Viaja al paraíso que ha preparado tu soledad.
Te encontrarás con mi Olimpo.
Lame hasta los cigarrillos de los adoquines.
Recoge los polvos que no quisiste.
Pierde decencia.
Gana egoísmo.
Educa a tus instintos.
Haré rebelar yo a mis sentidos.
Besa mis papilas gustativas.
Haz que llueva cobre de tus ojos.
Sobra nicotina en este apartado.
Y humo.
¿Nos fumamos un pitillo a medias?
Pero pones tú la hierba.






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