sábado, 2 de febrero de 2013

De todas las entradas
que me ofrece tu cuerpo
no te haces una idea
de todo lo que me gustaría
perderme en las acepciones
de tus dedos.

Y encontrarme cerca
de la curva de tu cintura,
quizás viajar en paralelo
hasta el epicentro
de tu ombligo
o empaparme de lo que
se localiza unas millas más abajo.

Tener ganas ¿de qué?
si yo no entiendo de obligaciones
ni de perífrasis.

Provocas charcos y olas,
de correr(nos) están mis manos,
de cómo nos hicimos libres,
anudándonos cada centímetro de carne
que me hubiese gustado llenarte,
acelerando en cada semáforo en rojo,
saltándonos toda señal de tráfico.

Desear más, recuerda que yo inventé ese concepto.








No hay comentarios:

Publicar un comentario