miércoles, 20 de febrero de 2013

Recuerda que fuiste tú
el que me enseñó
a follarnos con las palabras.
Y también fuiste tú
el que me rompía los versos
en el vientre,
implosionando para dentro,
quizás buscándote
en mis entrañas
con la única excusa de
flotar o de fletar
nuestros instintos para
así poder volar
con todos mis miedos.
Joder, que me da igual
si caigo si tú caes conmigo.

Qué bonito hubiese sido llenarte todo de prim(av)eras veces.

2 comentarios: