viernes, 28 de junio de 2013

Veréis, no acostumbro a tender mi vida aquí (o quizás si), delante de ojos que me censuren o me idealicen.
Esta noche, sin embargo, la tristeza adopta esta forma y mis dedos me piden que colabore con lo que siento:

Residencia María Milagrosa
Gran Vía
Salamanca

Mi casa durante dos años.
Una escisión de mí,
una escisión de nosotras.

Risas,
borracheras,
vaciles,
lágrimas,
desamor,
amor,
poesía,
discusiones,
calor,
frío,
quejas,
cine,
cenas,
música,
agobio,
teléfono,
monjas,
virgen,
polillas,
boxeo
¿quién? ¿cómo? ¿cuándo? ¿por qué? me he perdido,
la rata,
la Benemerita,
Polluelo,
Cordero,
Repu,
China.

Que se muera la pena, joder, que esto no es punto final.
Porque recordad que todo lo que hemos vivido aquí ya nadie nos lo podrá quitar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario