Te pillaste los dedos, no tienes ni idea de cuanto.
Me gustaste con la clásica forma de gustar, con esa previa idealización que jode toda realidad, con esos tiránicos nervios. Te marchaste con la clásica forma de una huida, sin pañuelo en mano.
Nos marchamos con una relación carnal anhelando algo más espiritual. Nos marchamos con una relación espiritual anhelando algo más carnal.
Nos marchamos con una relación carnal anhelando algo más espiritual. Nos marchamos con una relación espiritual anhelando algo más carnal.
Me abandoné al alcohol, a la poesía fácil, a Sabina, a vicios inconfesables. Cuando alguien escucha a Sabina, ya sabes, algo no anda nada bien.
Una vez leí: "El tiempo no cura nada. Son Sabina, los libros y el vino." Y joder, como cura... tanto que escuece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario