Escribe Frank O'Hara: «es agradable poder aferrarse a algo / simple y real / como echar a alguien de menos».
*
Una vez soñé que un chico que me gustaba me confesaba que detestaba Los heraldos negros de César Vallejo. Quizás fuese una especie de premoción. A él nunca le gustó la poesía y a mí él dejó de gustarme.
*
A veces me acuerdo de todas esas dedicatorias que aparecen en las tesis doctorales, el único espacio donde los autores pueden ser emocionales y humanos, y pienso en cuántas parejas que aparecen mencionadas habrán sobrevivido a su propia historia.
*
Hoy leí un artículo de Leila Guerriero que terminaba así: «Había un río y sol y cielo, y nos envolvía una serenidad invulnerable. Los oasis no duran para siempre, pero con un rato bastan».
*
Vi Viridiana y me pareció sublime la escena final con una partida de cartas atravesada por lo forcluido y lo erótico.
*
Madrid en primavera es una suerte de milagro anodino del que es necesario participar: terrazas de Malasaña a reventar, parejas besándose en las esquinas de manera furtiva, cervezas mal tiradas, ebriedad paulatina, una mirada incierta.
*
Dice Anne Sexton: «Me gustas; tus ojos están llenos de lenguaje».
No hay comentarios:
Publicar un comentario