sábado, 23 de noviembre de 2013

Harto de la unilateralidad del amor,
de la lucha de egos.
(Pedro Pastor)

http://www.youtube.com/watch?v=NY0OKZlOQJk

En vagas ocasiones me desnudo de corazas y me muestro como soy: vulnerable. Son tardes como ésta donde me apetece llevarle la contraria incluso a las gramáticas -y acentúo lo que me da la puta gana- igual que me contradigo a mí misma en lo que quiero y en lo que no.
Urgencia: me busco y me desconozco.
No soporto tanta indirecta de quinceañeros ni tantas dudas -que yo ya no tengo cuerpo ni para convivir con las mías.

Y si me hablas de domesticarlas, para qué.
Si yo ya no entiendo ni de su puta idiosincrasia.

Que sí, ya sé que no soy todo lo políticamente
correcta
que debiera ser
y quizás debería morderme la lengua
o atar a mis ideas a la formalidad
pero entonces todo se tornaría
aburrido.

Y no habría duelo.

Y qué si me freno,
si me refreno,
si acelero y me faltan ganas,
o me muero de ganas,
o caigo en la contradicción de
ser
persona,
de ser
vulnerable.

Y qué si me da por encerrarme
en mí,
con ese ataque de soledad,
de miedo,
desvistiéndome en sombras entre cuatro paredes
malpintadas
como mis uñas
como mi caos,
fingiendo un poco de cordialidad con el resto,
tratando de buscarme en ellos
sin encontrarme
sin adherirme
estallando en constantes conflictos internos,
arrancándome a tiras lo vacía que me siento,
cayendo
cayendo
cayendo
mirando a mi alrededor
sin encontrar una puta mano que me salve
de precipicios
de bocas ajenas,
de este eterno desencuentro entre lo que soy
y lo que me gusta de ti,
malviviendo,
desesperándome,
desgastándome.
insistiendo,
olvidándonos,
necesitándonos.

Y a veces me siento vacía
pero llena,
y busco identidad entre los restos
de naufragios pasados.


Porque no responder también es una respuesta.


1 comentario: