Una se lanza a los intersticios de la vida
al azar, sin sopesar la consecuencia directa.
Hay poemas -yo no sé, Vallejo- que nacen solos,
abocados a tristes finales y tristes destinos.
Los sábados tienen algo de deriva.
Mi equipo muere en Anoeta, una bucea entre reliquias
y encuentra realidades pasadas que bombean y flotan.
A veces puedes entender la delgada línea entre la realidad y deseo.
Un desconocido me escribe:
ahora me hace gracia pero en aquel momento te hubiese estrangulado.
"Yo no podré quejarme
si no encontré lo que buscaba
pero me iré al primer paisaje de humedades y latidos
para entender que lo que busco tendrá su blanco de alegría
cuando yo vuele mezclado con el amor y las arenas".
(Federico García Lorca)
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