Esta no es la embajada del reproche, pero si te escribo a tientas, como te gustaba, como nos gustaba.
Sin embargo, esta noche no te corresponde, esta noche no te escribo a ti, le escribo a la experiencia colectiva de todos los amores, a los argumentos a golpe de fatiga, a golpe de renuncias personales.
Esta noche las verdades se cosen a base de hilada de filosofía y sabe mejor un porro que cualquier lastre fatalista que implique desnudarme o escribirte.
Indúltame, cámbiame el clima, estamos en otoño y todavía sigo lloviendo. Por una vez me atreví a tutearme con esa parte que te desconozco y a tolerarte, aunque no te tolero, pero me gustan las reacciones en mi cuerpo.
Por una vez no cierro los bares y crezco sin mutilarme, y si mi acuerdo de ti ... es... porque... seguimos a tientas.
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