Sé que esta noche
la anarquía y el éxtasis
se esconden entre tus dedos.
Créeme, juntos carburamos
mucho mejor.
Aquí, en la clavícula
donde comenzaste
a despedazarme,
a resolver el crucigrama,
a deshilacharme,
a destrozarme,
justo aquí,
en la clavícula izquierda,
puedes comenzar
a desgastarme
toda la anatomía.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, te doy permiso.
Hoy especialmente te estoy echando de menos por encima de mis posibilidades.
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